Dicen que “las grandes obras tienen su origen en grandes personas”, y al entrar a esta casa, el primer nombre que escuchamos es el de Alberta Giménez. En 1870, ella dijo “sí” y decidió entrar a este antiguo caserón… ¡y miren cuántos colegios de la Pureza hay hoy en el mundo gracias a ella! Como, por ejemplo, el nuestro en La Cuesta.
Luego visitamos el Colegio Madre Alberta. ¡Qué colegio tan impresionante! Es como un pequeño pueblo, una gran familia, con espacios enormes, jardines preciosos e instalaciones muy bonitas. Queremos agradecer de corazón el cariño con el que nos recibieron en cada uno de los colegios, nos han hecho sentir en casa, porque somos parte de esta gran familia que es Pureza de María.
Otra vez la guagua que nos traslada al Centro Comercial Porto Pí. ¡Nos sentimos súper mayores! Una experiencia genial: paseamos, hicimos algunas compritas de última hora y comida libre ¡genial!
Por la tarde, seguimos descubriendo Palma: callejeamos por el Centro, vimos la Catedral “La Seu”, el Palacio de la Almudaina y paseamos por el Borne.
Ya de regreso a Valldemosa, aunque un poco cansados, todavía con energía para seguir pasándolo bien. Sentimos una “penita” en el corazón, porque sabemos que este súper viaje está llegando a su fin… Así que comenzamos a recoger nuestras cosas y a dejarlas preparadas para mañana.


